Wednesday, April 22, 2009

“La Vida”
Guía de Estudio para la Escuela Sabática
Lección 4
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Joel Regalado

El escritor español Calderón de la Barca compuso una obra de teatro titulada "La Vida es un Sueño", en la cual propone que la vida es precisamente eso, un sueño, - inexplicable, fatal-, del que únicamente despertamos al morir.

Algunos poetas hablan de la vida y la asemejan a un laberinto interminable en donde el hombre no encuentra salida alguna ni posibilidad de escape.

Si se le preguntara a los denominados “hombres de ciencia” sobre la vida, nos hablarán probablemente de leyes físicas, de teorías e interpretaciones comprobables, aún cuando sea sólo en ratas de laboratorios o conejillos de indias.

Si le preguntamos a ciertos filósofos estos reducirían la vida a un sinfín de concepciones, y piruetas verbales que muestran el hombre limitado al “pienso, luego existo", al "comamos y bebamos que mañana moriremos", o al “sin-sentido existencial”.

Si preguntamos al agnóstico o al ateo posiblemente hablen de la nada, de la vida en términos de accidente. El azar definiendo el origen del hombre.

Si hacemos la pregunta a un cristiano éste nos expresará la vida como una bendición de Dios, un don de su amorosa providencia. Regalo divino que trasciende el mundo material que vemos y contemplamos, un mundo dirigido por Dios con mano certera, pero misericordiosa.

La lección de esta semana habla de la vida desde la perspectiva cristiana, el modo de transitar en ella para ser dichosos y felices. Los cristianos creemos que este mundo está bajo la condenación del pecado, y la calidad de la vida estará condicionada por esa realidad pecaminosa: sufrimiento, dolor, aflicciones, desgracia, muerte, catástrofes, enfermedades, tragedia. Un mundo conquistado por Lucifer y sus Ángeles de las tinieblas, quienes tratan de manipular al hombre y provocar su auto-destrucción, tentándolos a eliminar la idea y la influencia de Dios de sus mentes y acciones. Pero en esa trágica realidad, El Cristiano tiene una esperanza gloriosa que le hace sobrellevar con fortaleza y alegría las vicisitudes diarias. Asido de tal esperanza, ve la vida con algo más que simple optimismo, pelea entonces, la buena batalla de la fe en la plena confianza que Jesús venció a Satanás al morir en la cruz y al resucitar de la muerte. El nos ha dicho en su palabra que en el mundo confrontaremos retos difíciles y cruentas aflicciones , pero promete con autoridad: “Confiad (es decir ‘No temáis’), yo he vencido al mundo". (Juan 16:33)

En realidad la vida es todo lo contrario a un sueño. La muerte, en diferencia a la vida, es un verdadero estado de sueño temporal, pero “la vida es real, -dice un afamado poeta-, y su destino es serio, y no es su fin en el sepulcro hundirse, que ser polvo y en polvo convertirse”.

En esta lección veremos en detalle cuatro aspectos principales, relacionados con la creencia, el origen y el significado que tiene la vida para el cristiano:

La vida física, la vida espiritual, la vida social y la plenitud de la vida.

La Vida Física
En la parte del domingo se discute el origen de la vida. Se nos presentan los argumentos de la interpretación evolucionista en dos vertientes. Por un lado, hay quienes descartan de un todo la participación de Dios en el origen de la vida, y en el otro, se hallan los defensores del Creacionismo-Evolucionista, quienes se muestran de acuerdo con la intervención de Dios en el proceso de la vida, pero sólo al crear la materia en forma sencilla, pues alegan que luego la vida fue desarrollándose mediante complejos procesos de mutaciones y alteraciones de esa materia, hasta llegar a la realidad que todos vemos y conocemos en el presente. Algunos religiosos proponen este último argumento, pero esa teoría ofrece más preguntas y lagunas que las que responde. El misterio de la vida sigue sin explicación completa y ha de seguir así, porque lo finito no puede comprender los fenómenos infinitos.

Los Cristianos creemos en un Dios Creador y Ser Supremo de todo el universo, y tampoco podemos develar y explicar todo el misterio. Por eso hablamos de Fe. Hablamos de cosas invisibles que son reales, tal como expresara un poeta Francés en su afamada obra el principito: “Lo esencial es invisible a los ojos". Por eso repetimos, vez tras vez, la existencia de un hombre carnal y otro espiritual. Uno, el carnal, para quien las cosas de Dios son inciertas y desconocidas debido a su predisposición mental que se apoya en el "ver para creer"; y otro hombre, el espiritual, quien Cristo llama Bienaventurado porque "cree, sin ver", y para quien esa fe constituye "la victoria que vence al mundo".

---El Alpha era el Logos. En el Principio, era el Verbo.
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”, relata con sencillez la palabra de Dios en el Génesis. El apóstol Juan enfatiza en el inicio de su evangelio: “En el principio era el verbo”, y esa realidad es el mismo Dios, por quien "todas las cosas fueron hechas". (Juan 1: 1-3). Y en los versículos 12 y 13, Juan aclara: Aquellos con el poder de ser llamados hijos de Dios, pues han creído por fe en Jesús, "no nacieron de sangre, ni por el impulso de la carne, ni el deseo de un varón, sino de Dios".

---Cada niño que nace es el misterio de la vida creada por Dios, que se repite.
El hombre puede dar nombre al desarrollo y concepción del nacimiento de una vida, puede hablar de espermatozoides, embriones, fetos, pero en realidad, cada ser que nace es un milagro divino extendiéndose. Es otro regalo de Dios. Aún en medio del pecado, del dolor y la influencia de los hacedores de maldad, ese milagro se repite. El misterio de la vida, es el misterio de la luz disipando las tinieblas, y Dios manifiesta su poder en cada acto ejecutado por cada ser vivo.

---Como cada vida es un milagro y un don de Dios, la vida es, por tanto, sagrada.
Ese carácter sagrado de la vida ha de influir en el hombre y convencerlo:
a) A respetar la vida de otro ser
b) A cuidar su cuerpo físico y considerarlo un templo limpio y sagrado, donde se manifieste Dios.
c) A creer en el aspecto tridimensional e indivisible de la vida: cuerpo, alma y espíritu.
d) A elegir con cuidado lo que oye, lo que ve, habla y come. En todo cuanto piensa y hace, busca respetar y glorificar a Dios a quien le pertenece nuestro ser por completo.

La Vida Espiritual: Una vida nueva.
--San Pablo relaciona la vida espiritual con el proceso de una criatura que nace de nuevo. Las cosas viejas son desechadas y dan paso a una vida nueva.

--Jesús habla de la misma forma cuando confronta a un Doctor Judío de la ley que pertenecía a la secta de los Fariseos llamado Nicodemo, y lo reta a volver a "ser como niño”, a nacer de nuevo para ser salvo.

--Pese a la decadencia de la vida a causa de la desobediencia humana, y el efecto pernicioso del pecado, Dios instaura un medio de salvación por medio de Jesús. El hombre que acepta su sacrificio expiatorio por fe, se inicia en la experimentación de una transformación radical de su existencia. En este misterioso proceso, el cual conocemos con el nombre de Santificación, la voluntad humana se conecta con el poder divino para desarrollar un ser y una criatura nueva, totalmente diferente. Lo carnal, pasa a un plano inferior y todo lo espiritual, todo lo bueno y agradable a la vista de Dios absorbe el carácter y la personalidad del creyente.

---Calidad y cantidad de vida
Dicha transformación repercute en la calidad de vida: La tranquilidad, la confianza, la serenidad colman todo el ser, y brindan la posibilidad de trascender la condenación del pecado y su secuela de muerte, dolor y sufrimientos. Pero la esperanza de una vida eterna con la ausencia definitiva de todos estos males, agiganta la alegría y la buena disposición de animo del cristiano.

--Pablo definió este cambio, hecho realidad en su vida, con estas palabras: "Ya no vivo yo, mas vive Cristo en Mi". Y cuando da testimonio de su fe entre ciertos paganos que procuraban apedrearle: “(Dios)…No se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y alegría nuestros corazones” (Hechos 15:17)

Para el cristiano esta vida es un peregrinaje, pues vive una realidad para lo cual no fue originalmente creado. Fuimos creados por Dios para la felicidad completa, para la dicha y no para el dolor, para la vida plena y no la muerte.
Mientras peregrinamos en esta vida contamos con el sostén de un consolador, un espíritu de bien, el Espíritu Santo prometido por Jesús, quien vela por nosotros y nos guía por caminos de luz, siempre que le demos cabida en todo lo que vivimos y hacemos.


La vida social.
--El circulo familiar
Con el pecado “el hombre se convierte en enemigo del propio hombre". El pecado corroe las relaciones humanas, porque cada quien busca complacerse a sí mismo, aún en detrimento de otros o ignorándolos. Caín, el primer hijo de Adán y Eva, mata a su propio hermano motivado por la envidia, y desde entonces, la semilla de la tragedia no ha parado de extenderse por todo el planeta. Alejarse de Dios, trae como consecuencia el abismo moral, la condenación, la maldición. Sin embargo, "el hombre no fue creado para estar solo", por eso Dios, crea la mujer, por eso los insta a crecer y multiplicarse, a fin de crear un círculo familiar en el cual convivan socialmente.

--El circulo filial.
En el proceso de crecimiento y población del mundo con otras vidas que Dios creó al usar el hombre como canal, el hombre interactúa no sólo con su familia, sino también con otros seres, a quienes la Biblia denomina 'el prójimo'. Ese otro, el prójimo, es tan valioso que Jesús ordena amarle de la misma forma e intensidad que se ama uno a sí mismo. El prójimo lo constituyen los amigos, los no amigos, y hasta los enemigos.

--Los que no son de nuestro círculo.
Jesús fue más lejos al decir, que aún cuando el prójimo sea nuestro enemigo, debemos amarlo de igual forma. De ahí proviene el resumen de toda la ley y la moral del hombre en dos mandamientos primordiales, cuando sentenció: “Ama a Dios, con todo tu corazón y toda tu fuerza, y ama al prójimo como a ti mismo”.
La vida de Jesús fue ejemplo de esta enseñanza, y murió sin pronunciar maldición sobre sus victimarios. En la Biblia se nos enseña que la misericordia de Dios se hace realidad cada día para justos y malos, creyentes y no creyentes. Este mismo espíritu, debe prevalecer en el ánimo del hombre espiritual.
Se alzan voces diferentes en la ideología humana respecto al denominado “enemigo”. El conocido Maquiavelo, escribe en algunos de sus libros que es necesario eliminar o manipular el enemigo, si se quiere ganar primacía sobre los otros. Es también muy popular el libro “El arte de la guerra” escrito por un legendario autor chino que vivió en otro siglo. Allí se recalca la actitud implacable que debe adoptarse contra quien llamamos o identificamos el enemigo.
Mantener una actitud de simpatía y perdón hacia quienes incluso procuran nuestro mal abiertamente o en las sombras, posibilita mantener en jaque el rencor y la venganza, dos venenos activos que desequilibran las emociones y los pensamientos del hombre y entenebrecen la vida.

--Al relacionases con los demás, El Cristiano debe recordarse que Dios no toma en cuenta diferencias en las personas. Cero cabida al prejuicio.
Ni la raza, ni la nacionalidad, ni la posición social, ni el sexo, tienen que ver con la aceptación de Dios. Es cierto, Dios siempre ha tenido un grupo de personas a las cuales llama su remanente, linaje y ascendencia especial: su pueblo. Después de haber seleccionado la nación Judía, para desarrollar el plan inicial de salvación del hombre, con el advenimiento de Cristo, las nacionalidades no importan. Todo el que cree en Jesús de corazón, recibe el don de la salvación y de inmediato pertenece a la familia de Dios y se hace partícipe de sus promesas.
El prejuicio, que siempre conlleva alguna forma de discriminación, provoca en quien lo engendra y alienta emociones destructivas, amargura y aislamiento social.

--Jesús nos llama amigos, en vez de siervos.
El es la manifestación de Dios en la tierra y pese que “vino a lo que era suyo, y los suyos no le recibieron” (Juan 1:11) El desea mantener una relación especial con quienes creen en él y en su palabra. A sus propios discípulos y a todos los que por fe le aceptan, les llama “Sus Amigos”. (Juan 15:15) ¿Que es un amigo? Un camarada, un compañero, aliado, colaborador, persona en la que se confía, a quien se trata “de tú a tú”, pero con respeto y reverencia mutua.

---El modo de relacionarnos con otros en la iglesia.
En primer lugar, es recomendable que el cristiano "no deje de congregarse, como algunos tienen por costumbre", y debe buscar enrolarse lo mejor que pueda en las actividades sociales y misioneras de su iglesia local. Jesús hace una promesa especial a quienes lo hacen: “Donde estén dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:20)
En segundo lugar, Pablo habla amplia y elocuentemente sobre el tipo de relación deseable entre los miembros de una comunidad eclesiástica. “Amaos los unos a los otros con amor fraternal”. (Romanos 12:10)

Plenitud de Vida.
Este es el cuarto aspecto en el cual se enfoca la lección.
--La palabra “plenitud” sugiere la idea sinónima de totalidad, de algo completo. Jesús define la vida espiritual que ofrece a sus creyentes: vida abundante, y recalca que para eso ha venido al mundo, a hacer realidad esa vida para todo aquel que cree en él. (Juan 10:10). Esa plenitud de vida, puede envolver muchos factores. El autor de la lección sugiere algunos:
--Vida Llena de posibilidades,con propósito, de paz interior, con una misión
Y nos invita a agregar algunas otros valores:
--Vida con una esperanza especial
--Vida de éxito
--Vida de retos positivos.
--Vida de regocijo.
--Vida superior.
--Vida conectada con la fuente primaria de la vida.

--Lo más importante de todo, la posibilidad de vivir esa vida plena…no es ficticia, es real. Puede ser nuestra aquí y ahora. Sólo necesitamos leer la palabra de Dios y su mensaje de redención, aceptar a Jesús por fe, y permitir que la gracia de su espíritu transforme la vida y la llene de plenitud y abundancia. Vida de plenitud que abarca tantas cosas positivas, tantas como experimentara el salmista David, quien al vivir bajo los designios de Dios, da testimonio escrito en el Salmo 23, de la calidad de esa vida con los siguientes detalles:

--Con Dios, nada nos falta
--Junto a aguas de reposo, él nos conduce y pastorea
--Conforta y alienta el alma
--Nos guía por sendas de justicia.
--En valle de sombra y de muerte no tememos mal alguno, pues él está de nuestro lado.
--Nuestra copa de amor y felicidad es siempre rebosada.
--Nos han de seguir el bien y la misericordia por todos los días de nuestra vida.
--En la casa de Dios tendremos morada eterna.

¿Quieres tú recibir la bendición de esa vida aquí y ahora?... ¿Quieres decirle: Señor, Creo en tus promesas, dame esa vida plena y abundante?




















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